12.11.06

Las Frutas y las Verduras previenen el Alzheimer


Los jugos de frutas y verduras pueden prevenir el Alzheimer, según un estudio estadounidense


Las posibilidades de desarrollar la enfermedad se reducen en un 76% tomando tres o más vasos a la semana

Los jugos de frutas o verduras pueden ayudar a prevenir el Alzheimer, una enfermedad neurológica, progresiva e incurable, que afecta principalmente a los mayores de 65 años. Sus primeros síntomas de pérdida de memoria degeneran en demencia y en la muerte.
Un estudio que publica la revista The American Journal of Medicine revela que una persona que consuma tres o más vasos de estos jugos a la semana tiene un 76% menos de posibilidades de desarrollar la enfermedad, que la que toma un solo vaso en ese mismo periodo.
Los autores del estudio, pertenecientes al Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee, EEUU), analizaron las dietas y las funciones intelectuales de 1.836 personas cada dos años por un periodo de diez.
Después de considerar factores como el consumo de tabaco, la educación, la actividad física y el consumo de calorías, los científicos descubrieron que quienes bebían jugos de vegetales tres o más veces a la semana tenían un 76% menos de posibilidades de desarrollar Alzheimer que los que tomaban un solo vaso. Ese beneficio parecía aumentar en los sujetos que tenían un marcador genético vinculado a la enfermedad.
La clave, según los expertos, está en los polifenoles, unos antioxidantes químicos que se encuentran en la piel de las verduras y las frutas. Estudios anteriores mostraron que estos agentes son capaces de neutralizar la decadencia intelectual y física típica del envejecimiento.


En la actualidad existen varias sustancias naturales cuyos efectos protectores sobre el Alzheimer han sido demostrados por diversos estudios científicos.

En este sentido, si bien es cierto que las frutas y las verduras crudas debieran formar el mayor porcentaje de nuestra comida cotidiana, también podemos acudir a los beneficios de: Té Verde, Omega 3, Omega 6, ácido fólico, Centella Asiática, Gingko Biloba y el vino tinto de calidad (en cantidad moderada, nada de emborracharse con esta excusa...)

Todos las sustancias antioxidantes bloquean el inicio del desarrollo de esta enfermedad, así como el de las mayorías de las enfermedades crónicas.

En definitiva, los radicales químicos libres son los que desencadenan muchas tendencias genéticas; por eso al ser bloqueados por los antioxidantes no pueden implementar su acción destructiva.